De Tweede Ronde. Jaargang 10
(1989)– [tijdschrift] Tweede Ronde, De– Auteursrechtelijk beschermd
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XX: Vannacht kan ik...Ga naar voetnoot*
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Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: ‘La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos’.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocio.
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Wat deert het dat mijn liefde haar niet kon behouden.
De nacht is vol met sterren en zij is niet bij mij.
Dat is alles. In de verte zingt iemand. In de verte.
Mijn ziel heeft er geen vrede mee haar te hebben verloren.
Mijn ogen zoeken naar haar alsof dat haar nader kon brengen.
Mijn hart zoekt naar haar en zij is niet bij mij.
Het is dezelfde nacht die dezelfde bomen wit verft.
Wij die toen leefden, wij zijn dezelfden niet meer.
Ik houd niet meer van haar, dat is waar, maar wat hield ik van haar.
Mijn stem zocht naar de wind om haar oor aan te raken.
Van een ander. Ze zal van een ander zijn. Zoals vóór mijn kussen.
Haar stem, haar helder lichaam. Haar oneindige ogen.
Ik houd niet meer van haar, dat is waar, maar misschien houd ik van haar.
Liefde is maar zo kort en wat is het vergeten lang.
Want in nachten als deze hield ik haar in mijn armen,
heeft mijn ziel er geen vrede mee haar te hebben verloren.
Hoewel dit het laatste verdriet is dat zij me doet lijden,
en deze de laatste regels zijn die ik voor haar schrijf.
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[Spaans]Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oido.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
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