Sobre la inteligencia humana
(1983)–Willem Oltmans– Auteursrechtelijk beschermd
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que algo esté genéticamente determinado no quiere decir que no se pueda transformar, por medio de la intervención del ambiente.
No le entiendo.
Lo que quiero decir es que, aunque algo esté genéticamente determinado, se puede intervenir. Su determinación genética no imposibilita el éxito de una intervención ambiental. Le puedo poner algunos ejemplos superficiales. Por ejemplo, en algunas enfermedades genéticas bien conocidas, como la fenilcetonuria, aunque sabemos que está genéticamente determinada, si se altera la dieta, lo que después de todo es una intervención ambiental, el error genético no se manifiesta.
Se altera la cadena genética.
No, no se alteran los genes, sino la forma en que se manifiestan. El proyecto original no cambia, pero su resultado, sí. Lo que quiero decir es que Herrnstein, Jensen y otros, se han hecho ricos vendiendo la idea de que todo lo que es realmente genético es realmente inalterable.
Incluyendo los resultados de lo que no se puede cambiar.
Exacto. Y la forma en que lo dicen, su lógica, es la siguiente: 'Si es genético, entonces no se puede cambiar mediante la intervención ambiental.'
Una persona negra sigue siendo estúpida.
Permítame replantearlo. Su lógica es la siguiente: la estupidez es genética, la genética es inalterable, luego la estupidez es inalterable.
El único experimento válido que puede servir para demostrar que la conducta de los seres humanos tiene bases genéticas, es el estudio de gemelos idénticos, educados por separado. Esa es la única forma de establecer el genotipo.
¿Quiere decir que es la única forma de demostrar genéticamente la falta de inteligencia?
Se necesitan gemelos idénticos, criados por separado, porque es la única manera de controlar el genotipo. Pero, ¿cuántos gemelos idénticos, criados por separado, se han investigado? En la literatura sobre el tema sólo aparecen ciento veintidós casos y la mitad de | |
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ellos los estudió sir Cyril Burt. Pero, puesto que se ha demostrado que sus trabajos fueron fraudulentos, debemos descartarlos.
¿Quiere decir que, en todo el mundo, no se han estudiado más que sesenta y una parejas?
Verá usted. En 1969, Arthur Jensen afirmó en The Science Harvard Educational Review que los trabajos de Burt eran la mejor investigación que se había hecho nunca sobre el tema. Pero lo más interesante de todo fue su reacción a un trabajo de investigación, realizado por Leon J. Kamin, un psicólogo de Princeton, que escribió The Science and Politics of IQGa naar voetnoot(1). Este presentó su estudio en un congreso de psicología y documentó estadísticamente por qué no se podía confiar en los datos de Burt. Muy poco tiempo después, Jensen escribió un artículo en el que decía, nada más y nada menos, que ninguno de los datos de Burt eran fiables.
Fue un cambio de opinión demasiado rápido.
Especialmente después de lo que escribió en la Harvard Review. Habría renegado de sí mismo si no hubiera conocido el libro de Kamin. En realidad, fue este libro el que condujo al descubrimiento de que los estudios de Burt eran un fraude.
¿Se puede demostrar completamente que la estupidez es genética?
Yo diría que no se pueden hacer experimentos en este campo. Es imposible elaborar un diseño experimental aceptable. Esto quiere decir que, al afirmar que no hemos podido cambiar el CI y que los niños son los culpables de tener un CI bajo, estamos aceptando datos erróneos. Y eso es, fundamentalmente, lo que ha estado haciendo Jensen.
No estoy dispuesto a admitir que la estupidez sea genética. Y además, no podemos suponer que si algo es genético es inalterable. Afirmar tal cosa quiere decir que se ignoran gran cantidad de datos e investigaciones biológicas.
Si se toma una variedad de guisantes con el mismo genotipo y se les planta en un tipo de abono puede que no crezca nada, mientras que en otro sitio se harían enormes. Durante mucho tiempo se han realizado experimentos de este tipo. En biología se sabe que el hecho de que algo tenga el mismo genotipo, no quiere decir que no se pueda intervenir para cambiar el fenotipo, que es lo que se | |
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manifiesta. Sólo porque tengan el mismo DNA, no quiere decir que vayan a parecer exactamente iguales. Esto señala la importancia del ambiente.
No se hace mucho caso de este aspecto, cuando se estudia el crecimiento de las personas.
En efecto. Debido a una serie de estudios erróneos, razonan equivocadamente que las características del CI son genéticas; y puesto que son genéticas es imposible cambiarlas. Esto les lleva a afirmar que no se pueden elaborar programas como el Head-Start, o cualquier otro plan de intervención. Porque el CI es genético y no se le puede transformar de ninguna manera.
Pero, aparentemente, Herrnstein cree que se puede, de lo contrario no estaría cooperando en un programa dedicado a mejorar la inteligencia de los niños venezolanos.
Depende de la forma en que Herrnstein se plantee la cuestión. En mi opinión, para empezar va a dar por supuesto que la inteligencia es una característica fundamentalmente genética, y luego se va a servir de una serie de métodos con los que diferenciar razas y subclases entre los individuos de Venezuela y así determinar quiénes son de origen indio o lo que sea, afirmando que estas personas son biológicamente diferentes en lo que se refiere a los denominados genes de la inteligencia. Me resulta realmente asombroso que un psicólogo americano pueda estar involucrado en una cosa así.
¿Por qué?
¡Transformar la inteligencia es un concepto tan amorfo...! Se puede hablar, tal vez, de cambiar el nivel de analfabetismo. En este caso, el objetivo está muy bien definido. Pero, ¿cómo se pueden cambiar exactamente las puntuaciones de un test de inteligencia?
En Venezuela están plenamente convencidos de que todo el mundo es inteligente, pero que la inteligencia está subdesarrollada, dormida. Y que es necesario activarla.
Es un fin muy encomiable. Me parece muy bien que se les quieran dar nuevas oportunidades a las personas, pero también tienen que estar preparadas para recibirlas.
Entonces, ¿cambiar el ambiente social no tiene nada que ver con la psicología? | |
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Yo no diría que no tenga nada que ver, porque se pueden plantear muchas cuestiones psicológicas sobre cuál será el mejor ambiente de aprendizaje. Se pueden examinar muchos aspectos que son de índole puramente psicológica. Por tanto, no se puede decir que no tengan nada que ver.
Esa es la razón de que Herrnstein esté cooperando en el proyecto y de que, entre otras cosas, esté elaborando programas dirigidos a las madres.
Eso es estupendo. La mejor prueba de que se puede intervenir en el CI son los estudios que realizó Rick Heber con madres y niños del ghetto de Milwaukee. Una intervención de este tipo exige un trabajo muy intensivo y además resulta muy cara. Pero con ella se ha podido elevar el CI considerablemente.
¿Entonces qué es lo que dice Jensen?
Yo creo que en este aspecto Jensen es racista.
Si se ha demostrado que se puede hacer en el 'ghetto' de Milwaukee, ¿por qué no se podría hacer en Venezuela?
La intervención que puedan llevar a cabo asesores, como Richard Herrnstein, no va a ser del mismo tipo que la que se aplicó en Milwaukee, donde se trató la cuestión como un problema socioeconómico, más bien que como un problema de los niños mismos, que es de la manera en que lo hubiera planteado Jensen.
Parece ser que en el sistema de educación soviético se reconocen automáticamente los niños con talento, y así es como consiguen sus campeones de ajedrez, por ejemplo.
Depende. Los soviéticos también tienen sus propios métodos para impedir que determinadas personas avancen demasiado. No es una cuestión de sistemas, porque Rusia cuenta con una larga historia de racismo contra ciertos grupos y personas. Por ejemplo, todos los doctorados universitarios no pasan el mismo tipo de examen. En el terreno de las matemáticas, tienen diferentes criterios: desde hace cuatro años en las publicaciones de su Academia no aparecen artículos escritos por matemáticos judíos.
Me extraña, porque he entrevistado a muchos notables científicos soviéticos de todos los campos que eran judíos y no parece que tuvieran problemas de este tipo en absoluto. | |
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Bueno, todo el mundo sabe que muchas personas encuentran bastantes dificultades para poder entrar en determinadas escuelas e instituciones de la URSS.
Pero, permítame volver a nuestro tema. La actitud que adoptaría Richard Herrnstein es exactamente la misma que la de Arthur Jensen; es decir, que las diferencias raciales son genéticas. Por supuesto, hay algunas diferencias entre las razas que están genéticamente determinadas. El color de la piel, por ejemplo. Eso es evidente.
También acepto que existen algunas diferencias raciales en el CI. Como es el caso de Estados Unidos. El CI de los negros americanos no es el mismo que el de los blancos. Pero Jensen lo interpreta diciendo que: puesto que las razas son genéticamente diferentes, todo lo que podamos observar en ellas es genético, y, por tanto, la diferencia del CI entre las dos razas es genética.
Evidentemente, ningún investigador genético de este país aceptará tal razonamiento. Muchas de las cosas que afirma Jensen se basan en que el CI de los negros es inferior por herencia. Y esto es completamente falso.
¿Es cierto entonces que, sin tener en cuenta la raza, si dos personas se educan en el mismo ambiente cuitural y socioeconómico, los resultados de sus CI serán los mismos?
Siempre existirán diferencias individuales. Pero creo que a todo el mundo se le debería dar el mayor número posible de oportunidades, para que pudieran desarrollar sus capacidades al máximo. |
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