Por tanto, si el Gobierno venezolano se propone idear métodos de educación, que estimulen los impulsos humanos, puede estar completamente seguro de que personalmente considero que estos esfuerzos son muy positivos.
Por supuesto, todavía queda por contestar la cuestión más importante, que es: ¿cómo lo harán?, ¿de qué manera estimularán la inteligencia, o, como dicen ellos, enseñarán la inteligencia? En mi opinión, los programas venezolanos deberían centrarse en el individuo. Me atrevería a decir, incluso, que deberían ser programas totalmente individualistas. La manera de hacerlo es una cuestión que necesita una metodología científica clara y extensa. Porque, si los científicos que asesoran al Gobierno venezolano se limitasen a dar consejos generales, los resultados no serían muy positivos. Ya que un determinado método podría adecuarse perfectamente a la personalidad de unos individuos, en tanto que los demás no se beneficiarían de él en absoluto.
Sin embargo, hoy por hoy, todos los niños aprenden con los mismos libros de texto y, además, si pensamos en la inmensa cantidad de verdaderos absurdos que se introducen en sus cerebros, y que mucho más tarde tendrán que descubrir por si mismos que no tienen ningún sentido, todo viene a ser un tremendo fraude.
En este punto, no estoy de acuerdo con usted. Está sugiriendo algo completamente idealista. Cuando los niños nacen, se empieza a alimentarles con la leche de su madre. Pero lo ideal sería que pudiéramos escoger una alimentación especial que se adaptase a la constitución de cada niño. Por supuesto, no es una analogía demasiado exacta, pero viene a ser lo mismo, igual que si se tiene que elegir entre comer un filete o espaguetis, depende del gusto personal. Pero, ¿cómo llevar a cabo este tipo de selección en el campo de la educación y el aprendizaje?
No obstante, el doctor Machado es la primera persona en el mundo que intenta romper este círculo vicioso de educar a los niños siempre con lo mismo.
Estoy de acuerdo, representa una iniciativa muy importante. Particularmente, quizás en una sociedad como Venezuela, que durante las últimas dos o tres décadas ha experimentado unos cambios tan rápidos. Es realmente muy importante.
Pero usted no cree que en la URSS se deba crear un Ministerio para el Desarrollo de la inteligencia.