¿Qué saben Delgado, o Richard Herrnstein, de la sociedad humana o de la forma en que operan las sociedades humanas? ¿Qué saben de la naturaleza del poder humano en lo que se refiere a la economía o a las instituciones sociales? Quizá tengan una ligera noción; pero, ¿se han ocupado alguna vez de estas cuestiones? Delgado ha estudiado el cerebro, sí; pero, ¿ha estudiado también las relaciones entre las personas, que no se pueden conocer investigando sólo sus cerebros?
Quizá, Delgado esté hablando de cómo cree él que habría que referirse a las personas, pero, ¿qué tiene eso que ver con la vida o los valores humanos? ¿Qué saben en realidad las personas que empezaron este programa venezolano sobre los valores humanos? Los valores, sentimientos y emociones humanas no se pueden conocer investigando en los cerebros de los hombres.
B.F. Skinner solía investigar con palomas.
Cuando se mira en el interior de un cerebro humano, lo único que se ve son células nerviosas. No se encontrará conciencia, ni pensamientos, ni percepciones, ni el mismo mundo, ni ninguna otra cosa. Sólo estudiando el mundo se dará uno cuenta de cómo se comportan las personas entre sí. Estudiando la conducta, no observando solamente el cerebro. No se puede ver la conducta humana dentro de los cerebros.
Por tanto, en mi opinión, los que se autodenominan expertos, ya sean especialistas del cerebro o del cociente intelectual, lo son porque se lo liaman ellos mismos, no porque lo digan otros expertos. Pero aunque todos los verdaderos expertos, exceptuando quizás a uno o dos, nos pidiesen que para educar a sus hijos nos doblegásemos, como los aztecas ante el dios Sol, a los tests de inteligencia o al dios de la tecnología moderna, deben saber que la mayoría de nosotros no nos dejaremos engañar por esa especie de confusión de la humildad.
No hemos tenido tiempo de comprobar lo que estaban haciendo, pero tengo la impresión de que ellos tampoco se han molestado en averiguar lo que hacen otros expertos en otros campos.
En realidad, da lo mismo que sean los jesuitas o los modernos científicos del desarrollo neurofisiológico. Siempre es la misma estafa. Es la vieja opción de si se va a educar a los hijos de una manera adecuada individualmente, o hay que ponerlos en manos de los curas, de los educadores, de Machado o de quienquiera que sea, porque se supone que ellos saben cómo hacerlo. Pero creo que no,