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6 Jose Dominguez Ortega
Asesor General del ministro de Estado para el Desarrollo de la Inteligencia. Profesor de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela
Como ya se dará usted cuenta, después de hablar con tantos especialistas, se me ocurren muchas preguntas. Una de las cosas que mayor discusión ha provocado, por empezar de alguna forma, fue el experimento realizado con los niños indios que interpretan a Beethoven. Cuando hablé con el profesor Alan Dundes, antropólogo de Berkeley, California, igual que R.D. Laing, éste se mostraba realmente enfadado por ello.
La cultura es universal. Todas las críticas y la oposición, que ha recibido nuestro proyecto de los niños indios, partieron de grupos no autóctonos, que parecen creer que hay que proteger a los indios para que sigan siendo indios en su estado indígena, o dejar que los negros sean negros con sus costumbres tribales en lo profundo de Africa. Es evidente que todo esto tiene cierto interés, sobre todo desde un punto de vista antropológico, e incluso puede que sea importante. Pero, ¿con qué derecho aislarlos y dejarios fuera de la civilización y el progreso cultural y científico?
Por otro lado, ha llegado el momento de desarrollar y aplicar un concepto universal de cultura.
No podemos seguir guiándonos por conceptos y puntos de vista maniqueos: esto es bueno y esto es malo, esto es oriental y esto occidental, esto es público y esto es privado, esto es del Gobierno y esto es de los particulares, etc. Creo que lo mejor sería enfrentar el hecho de que hay un mundo, un hombre, una realidad y de que, en verdad, no deberían existir estas dicotomías. Menos aún entre ciencia y humanidades.
No hay duda de que un científico moderno es una persona orientada humanísticamente. De cualquier forma, deberíamos dejar de
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establecer diferencias entre las humanidades y la ciencia. Desperdiciamos muchas ideas que podrían resultar beneficiosas a la humanidad, deberíamos aprender más sobre la cultura oriental, así como los orientales deberían saber más de la cultura de Grecia y Roma. Quiero reiterar que en este planeta sólo hay un hombre, una mente, un cerebro, una inteligencia.
Debería existir un concepto totalmente global de la cultura, del hombre, de la historia y del futuro que tenemos que desarrollar. Por tanto no creemos que sea un error, ni que vaya en contra de nuestros intereses, el enseñarles a los indios a interpretar a Beethoven. Nuestro proyecto les enseña, también, a tocar instrumentos que antes no conocían.
Pero, ellos poseen sus propios instrumentos indios, que quizá no conozcan.
Puede ser, pero lo que nosotros queríamos mostrar y demostrar, principalmente, era que todo el mundo puede aprender casi todo, si se le adiestra adecuadamente. Las personas normales poseen un potencial genético que deben desarrollar. Es indudable que lo más conveniente para ellos es que lo desarrollen lo mejor y más pronto posible. Actualmente, estos niños tienen su propia orquesta. Y el presidente Herrera Campins les ofreció construir un centro destinado a esta orquesta juvenil de la comunidad Pemón. Todo opera en interés de la cultura, que no tiene, absolutamente, ninguna frontera.
En relación con esto creo que debo reiterar, una vez más, que todos los hombres nacen libres e iguales. Esto ha sido demostrado por la ciencia y establecido por la ley como una Regla Universal. La inteligencia es una potencialidad similar en todos los hombres y todas las personas pueden desarrollarla. Así se ha establecido en la Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en su segunda reunión, celebrada en París el 27 de noviembre de 1978.
El artículo 1, párrafo 4, establece que: ‘Todos los hombres y naciones están dotados con las mismas facultades, que les permiten conseguir un desarrollo intelectual, técnico, social, económico, cultural y político completo.’ Y en el párrafo 5: ‘Las diferencias existentes en las realizaciones de las distintas naciones pueden ser perfectamente explicadas mediante factores geográficos, históricos, políticos, económicos, sociales y culturales, dichas diferencias nunca pueden convertirse en un pretexto, utilizado para elaborar una clasificación jerárquica de las naciones y de los pueblos.’
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Y en el artículo 2: ‘Cualquier teoría que mantenga que existen superiores e inferiores inherentes, que diferencian a los grupos raciales o étnicos, dándoles a algunos el derecho a dominar o eliminar a los supuestamente inferiores; o que transmitan juicios de valor basados en diferencias raciales, carecen de base científica y son contrarias a los principios éticos y morales de la humanidad.’
Esta declaración es categórica, determinante y definitiva. Refuerza y ratifica los Principios Universales expresados en la Declaración de los Derechos Humanos. Sería absurdo pensar que no es más que un formulismo de los miembros de la comunidad internacional. Es evidente que las naciones desarrolladas del Norte, de origen anglosajón u otro, que los pueblos de Europa y Japón, es decir, todas aquellas naciones que poseen la ciencia y tecnología modernas y se gobiernan por sistemas políticos ejempiares, están plenamente convencidos de que ‘las diferencias raciales carecen de base científica’, y de que ‘todas las gentes de la Tierra están dotadas con las mismas potencialidades’.
Sería horrible que los bloques de naciones y países dirigentes, sea cual sea su tendencia política, hubieran ideado declaraciones, en los últimos treinta años, y eso es algo que no ha ocurrido siempre y no lo han hecho todos, sólo con el fin de calmar su conciencia y de engañar al mundo. Lo que establecen estas declaraciones trae consigo la verdad científica, la experiencia histórica y la realidad social. Es la base del nuevo Derecho internacional, que pretende implantar en la comunidad internacional los principios éticos y morales de la humanidad. Tenemos que creer que las naciones mantienen estos principios de buena fe y no debemos considerar inútiles estas declaraciones.
Otras de las críticas que he oído muchas veces, especialmente en boca de Burton L. White, era que sus equipos no prestaban suficiente atención a la edad que va de cero a seis años.
Bueno, es posible que nuestros críticos no estén muy informados de los desarrolios que se están dando aquí. Burton L. White fue una de las primeras personas con quien hablamos. Estudiamos su libro Los primeros tres años y admiramos su trabajo; lo consideramos una obra ejemplar. Vino a Caracas y realizamos consultas con él. Su enfoque es nuestro enfoque, porque realmente el período más crucial de la vida del niño es el que va de cero a seis años. Y más críticos, todavía, son los tres primeros años. Nosotros estamos prestando una atención especial a esta edad.
Incluso hemos empezado mucho antes. Estamos enseñando a las madres lo que hay y no hay que hacer durante el embarazo. ¿Por
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qué deben escuchar música? ¿Por qué deben hacer ejercicios? Qué es lo que deben y no deben comer. Incluso estamos fomentando programas, destinados a las madres, en los que se trata todo el embarazo, desde el primer día hasta la llegada del niño nueve meses después. Estamos totalmente de acuerdo con Burton L. White, Barry Brazelton y todos los que creen en la estimulación temprana.
A algunos observadores extranjeros les gustaría saber en qué consiste exactamente la cooperación entre el departamento del doctor Machado y el Ministerio de Educación.
Cooperamos estrechamente con el Ministerio de Educación. Compartimos los mismos deseos de renovar, transformar y revolucionar el sistema educativo. Creemos que tenemos que enfrentarnos a la realidad criminal del sistema educativo, pues no se podría llamar de otra forma el asesinato de la creatividad y de la curiosidad general de los niños. Lo que queremos ahora es que el sistema educativo logre que los estudiantes sean críticos, creativos y dialécticos.
Basamos el desarrollo de la inteligencia en cuatro principios: cientificidad, apoliticidad, popularicidad y universalidad.
Por tanto, todas las actividades del Despacho del ministro Machado están encaminadas a conseguir la democratización de la ciencia, que es un requisito fundamental en la institucionalización de una democracia más participativa.
Pero, ¿es realmente único lo que está haciendo Venezuela en este campo?
Por supuesto. Existen programas similares en varias partes del mundo, pero no poseen nuestro enfoque generalizado. Normalmente, estos programas, en otros sitios van dirigidos a pequeños sectores de la población, sólo en beneficio de unos pocos. Aquí, todas las madres de Venezuela recibirán, con el tiempo, la información necesaria sobre cómo tener su hijo y cómo estimularlo y desarrollarlo. Estamos instruyendo y enseñando a personas voluntarias y a los doctores de las clínicas de maternidad y de los hospitales donde nacen los niños. Además, hemos preparado unos videocassettes especiales con tal fin.
Sí, he visto algunas de estas películas, incluyendo las que prepararon para pasarlas por televisión durante uno a tres minutos.
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Se puede decir que, en algunos países, por ejemplo, veinte mil madres reciben una educación e instrucción similares. Pero nosotros nos preguntamos: ¿El programa es bueno o es malo? Si es malo, ¿por qué se aplica ya desde el principio a veinte mil madres? Si es bueno, ¿por qué no se aplica a todas las madres, en lugar de solamente a veinte mil? Eso es lo que estamos haciendo ahora en Venezuela.
En las maternidades, no sólo trabajamos con las madres que van a tener un hijo mañana, sino también con las que lo tuvieron ayer. Así mismo, estamos creando un ejército de voluntarios, y vamos a ir a todas las comunidades locales, los barrios. Vamos a llevar este conocimiento a todos los hogares venezolanos donde haya niños. Nuestra motivación y enseñanza se extenderá a todas las escuelas, y de esta forma, todos tos niños y estudiantes llevarán este conocimiento a sus casas y a sus familias.
¿Y la modificación de los adultos?
Una persona que nos inspiró mucho fue el presidente fundador de la Sony de Japón, el señor Masaru Ibuka, quien creó una fundación para el desarrollo del talento de los niños motivado por sus conversaciones con el profesor Suzuki, que se encargó de nuestro programa musical para los niños pemones.
Masaru lbuka escribió un libro titulado El jardín de infancia es ya demasiado tarde. Hablaba en él sobre la imperiosa necesidad de desarrollar la inteligencia de los niños durante las etapas más tempranas de la vida. El doctor Machado, nuestro ministro, le dijo que también en Venezuela creíamos que 'nunca es demasiado tarde'.
Así pues, en nuestro programa tenemos programas para adultos. Estamos impartiendo cursos para aprender a pensar, basados en diversas técnicas de Harvard, de Bono, etc., adaptadas a adultos. Y, como ya sabe, tenemos programas para las Fuerzas Armadas y para los funcionarios públicos. Con el tiempo adiestraremos a toda la población obrera de Venezuela, a través de los sindicatos y organismos gubernamentales y empresariales.
Quizá pueda resultar provechoso citar a todas las organizaciones involucradas en el programa de la inteligencia.
Aparte de los programas iniciados por el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia, cooperamos con los siguientes ministerios e instituciones: Ministerio de Educación, Ministerio de Sani- | |
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dad, Oficina Central de Personal, Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), Petróleos de Venezuela, Corporación de Guayana, Gobernación del Distrito Federal, Corpozulia y Fundación del Niño.
El profesor Rodríguez Delgado hace mucho hincapié en que el desarrollo de la inteligencia es sólo una parte de todo el asunto.
Estamos de acuerdo con el doctor Rodríguez Delgado. Como él dice, ‘no nacemos libres, sino subordinados al medio y a los mecanismos neuronales. Tenemos que aprender a ser libres, a reemplazar los automatismos y las respuestas instintivas por elecciones inteligentes basadas en la conducta racional’.
Estuvimos en Madrid y estudiamos sus trabajos sobre psicogénesis; nuestro equipo colaboró en su laboratorio durante ocho semanas. Somos plenamente conscientes de que el hombre se compone de algo más que la inteligencia, esto es lo que le hace realmente diferente de los otros seres. Efectivamente, hay emoción, sentimiento, etc. Pero seguimos pensando que la inteligencia es el elemento central. ¿Por qué la inteligencia? Porque todo debe tener un sentido, las personas necesitan de la inteligencia para entenderse a sí mismas, para comprender que son unidades totales y completas, con un destino más amplio e importante que el de un simple robot. Tienen que aprender a proyectar su inteligencia para poder fortalecerse; tienen que aprender a dirigir su voluntad, sus sentimientos y sus emociones, para así entenderse mejor, para responder a sus necesidades, para estructurarse, para dirigir sus necesidades y fines en la vida, para construir su personalidad. Por tanto, estamos totalmente de acuerdo con el profesor Rodríguez Delgado. Su campo, la psicogénesis, es fascinante.
Aparte de los programas ya mencionados por el doctor Machado, tengo entendido que van ustedes a desarrollar nuevos proyectos.
Exacto. Ya estamos listos, por ejemplo, para comenzar un nuevo programa sobre 'La Inteligencia Cristalizada y Fluida' en colaboración con Robert J. Sternberg, de la Universidad de Yale. Tenemos también el propósito de crear otro programa denominado 'La Resolución de Problemas para Adultos', también a nivel universitario, en colaboración con Jack Lockheal, de la Universidad de Massachusetts, y Arthur Whimby, de Nueva Orleáns.
¿De qué tratará exactamente el programa que se realizará con la colaboración del profesor Sternberg?
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Trata de la resolución del problema de la lectura, la comprensión y el razonamiento abstracto. Será una investigación que realizaremos a lo largo de tres años, en la que nos proponemos desarrollar las capacidades verbales. Es importante, porque trabajaremos en un experimento en el que se incluyen grupos de control y experimentales conjuntamente entre nuestro Despacho, el Ministerio de Educación y la Universidad de Yale. Este programa tiene, como los demás, un considerable respaldo científico. En él se demostrará que trabajamos sobre sólidas bases científicas y que nos proponemos que siempre sea así.
Resulta asombroso que el presidente de Francia, François Mitterrand, haya nombrado ahora toda una serie de ministros que no son en absoluto convencionales; por ejemplo, un Ministerio para la Solidaridad, un Ministerio para el Tiempo Libre y la Recreación, un Ministerio para la Descentralización del Estado, un Ministerio para la Mujer, un Ministerio para la Juventud e incluso un Ministerio para la Vejez y el Mar. En cierto modo, está haciendo, ahora, lo que el presidente Herrera Campins hizo hace dos años: pensar en futuro. Por tanto, no nos sorprende demasiado. Pero, claro, algunos suponen que Francia posee el monopolio del espíritu. Nosotros dimos un paso muy importante, fue una decisión histórica. Sin embargo, poca gente le prestó la debida atención. Algunos criticaron, otros se sorprendieron. En Venezuela nuestra decisión les chocó a muchos. En nuestro estado de subdesarrollo, somos propensos a aceptar todo lo que venga de fuera; lo que viene del exterior siempre es bueno, pero lo que iniciamos nosotros mismos, no. No obstante, cada vez es mayor el apoyo e interés que recibimos, diariamente, en nuestro propio país y desde el extranjero.
¿Piensan ustedes Investigar los resultados de sus programas?
Poco a poco iremos obteniendo una imagen cada vez más clara. Recuerde que nuestras ideas también se respaldaron en una conferencia, celebrada en Madrid, por los Ministerios de Educación de todos los países latinoamericanos, en cuya declaración oficial se reconocía que todo el mundo tenía el derecho humano básico a ser inteligente. También existe una declaración similar, expresada en la conferencia de la AMPS, celebrada en Dakar, en la que del mismo modo, se afirmó: que el desarrollo de la intel igencia era un derecho humano básico y un deber del Estado. Y ahora, el Club de Roma, en el Compromiso de Caracas de 1981, establece que el experimento del desarrollo de la inteligencia humana es un símbolo realmente pragmático, que debería constituir un ejemplo para el mundo entero. El Club de Roma también hace hincapié en la
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idea de que es más importante desarrollar al hombre mismo que industrializar o gastar tanto tiempo en estériles debates sobre diversos tópicos.
Venezuela se está creando toda una reputación gracias a sus famosas iniciativas, pues la OPEP también la crearon ustedes.
Sí, pero la mayoría de la gente equipara a la OPEP sólo con la producción de petróleo. Eso es un error. Como escribí en los días en que se instalaba la reunión de la OPEP en Caracas: ‘A pesar de todo, la OPEP sigue siendo una de las organizaciones más importantes del mundo; y para seguir siéndolo, sus países miembros deben ser plenamente conscientes de que su mayor riqueza no es la cantidad de petróleo que pueden controlar, sino en el hecho de ser exportadores de energía. La OPEP seguirá siendo importante en la medida en que mantenga su posición en el “campo energético”. De lo contrario, si la organización no se da cuenta de la importancia de este área de actividad en particular, no hay duda de que su existencia no pasará más allá de unas cuantas décadas. Ese fue el caso de las empresas ferroviarias, que tardaron en advertir que el verdadero negocio no era el ferrocarril, sino el transporte y la comunicación. Por tanto, es evidente que al igual que el dinosaurio, hay que adaptarse a las circunstancias o, de lo contrario, prepararse a morir. La OPEP debería representar el papel dirigente en el terreno de la energía, y en mi opinión, no ocurre así. Los diferentes tipos de energía, como la energía nuclear, solar, geotérmica, eólica y marina, a pesar de todos los pros o los contras, de su viabilidad específica y de los problemas que acarrean los costos de producción, son fuentes de energía alternativa para el futuro; y cuando éste llegue, la OPEP deberá estar lista para poder mantener su papel predominante en este sector.’
Creo que, de acuerdo con las iniciativas propuestas por el ministro Calderón Berti, Venezuela debería llevar a cabo un análísis de los dos problemas o posibilidades más importantes a las que la OPEP y el mundo tendrán que enfrentarse en un futuro próximo: la inteligencia humana y la energía. Estos dos factores están estrechamente unidos y, por tanto, no se les puede tratar por separado. El estudio científico e interdisciplinario de la inteligencia humana, y una investigación urgente e intensa de las nuevas fuentes de energía son cuestiones muy importantes que se deben tener en cuenta. Para emprender este estudio e investigación, es necesario valerse de las autoridades más relevantes en ambos campos.
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Seamos, por una vez, de los que importan 'cerebros', y volvamos a traer a nuestros países a los que, por error, hemos exportado. Esta tarea, si se realiza, nos permitiría presentar una nueva imagen de la OPEP, a través de la cual podríamos conseguir que el mundo tomara conciencia de los planes que tiene la organización con respecto al futuro, así como de su importancia en el destino de la humanidad.
¿Qué venderán las naciones productoras de petróleo dentro de veinte años? ¿De qué nuevas fuentes de energía dispondremos? Para mantener su posición, tendrán que concentrarse en la creación de nuevas tecnologías y conocimientos científicos. Poseen fondos para hacerlo, pues están en posición de invertir importantes recursos en la contratación de talentos extranjeros. De esta forma sería la primera vez que las naciones en desarrollo se hacen con los cerebros de los países desarrollados. Invertirían el tráfico de cerebros. Es necesario traer especialistas de otros países a las naciones de la OPEP, tal como hacemos en el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. Solamente si hacemos esto podremos ofrecer fuentes alternativas de energía dentro de veinte años. De lo contrario, sería el final de la OPEP.
Ya le hemos propuesto a nuestro ministro de Minas, Calderón Berti, la creación de un centro para el estudio de los recursos naturales de energía y la investigación del cerebro, la mente y la inteligencia.
¿Qué reacciones produjo?
Muy positivas. De hecho, ya existe un proyecto, casi a punto, denominado INTERMUNDO, que será una universidad para los estudiantes de las naciones del Tercer Mundo, propuesto por el presidente Herrera Campins y secundado por la OPEP. Será un centro para estudiantes de todas las naciones del Tercer Mundo.
Nuestro ministro de Minas, Calderón Berti, y yo mismo, nos reunimos en Madrid con el profesor José Rodríguez Delgado, quien ya había hablado con el ministro español de Educación. Se podría crear un centro piloto en el Centro Ramón y Cajal de Madrid.
Recientemente, sir Peter Medawar escribió en el 'Boletín de Cientificos Atómicos' (abril 1981) que él creia en el ‘meliorismo cientifico’, y añadió: ‘un meliorista es simplemente el que cree que mediante una acción humana sabiamente emprendida, se puede hacer del mundo un lugar mejor’. El doctor Machado y usted parecen estar dentro de esta categoria de optimlstas.
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La esperanza de conseguir un mundo mejor para la humanidad puede hacerse realidad si ponemos en práctica y difundimos la idea de que el mundo puede ser mejorado y desarrollado mediante una determinación política anivel nacional e internacional,
No se trata de que estemos condicionados, como dice la nueva derecha. Para ella, el hecho de que la inteligencia esté genéticamente determinada por el peso de la herencia es una razón más que suficiente que demuestra que la educación no sirve de nada a la hora de cambiar la realidad humana, en un mundo caracterizado por bloques dominantes que, a su vez, están dominados por élites minoritarias nacidas para gobernar al resto de la humanidad. De la misma manera, sostienen que el papel representado por los sexos, por las diferentes naciones, por los hombres y por la cultura tienen una base biológica, y que ‘la idea original de una sociedad, de una cultura particular, está íntimamente ligada a sus factores biológicos’. Así, la biología, la sociología y la etología forman la piedra angular sobre la cual la nueva derecha está construyendo su concepción política y su credo social. Es evidente que esta teoría implica un enfoque intelectual llamativo; pero, sin lugar a dudas, el hecho de crear una nueva doctrina, basada en sofismas, verdades parciales y en la utilización tendenciosa de algunas realidades científicas, es inaceptable. Es, para mí, inadmisible aceptar esta teoría, pues esta nueva derecha no es sino la vieja reacción. Confío en que sólo motiven la curiosidad de lectores ávidos de mantenerse informados de los temas políticos y sociales.
En 1979, el problema de la humanidad va más allá de las fronteras establecidas por la izquierda y la derecha, más allá de los diálogos Norte-Sur. Hoy día, el problema de la humanidad no puede, de ninguna manera, estar limitado a un 'punto de vista' biológico. Aquí y ahora este problema debe evitar todo tipo de etiquetas, dejar a un lado los tópicos inútiles y sobrepasar una serie de clichés preestablecidos.
Debido a las nuevas realizaciones científicas, el hombre de hoy es capaz, no sólo de tomar conciencia de su propio ser, sino tambíén de transmutarlo.
Es evidente que en la inteligencia humana hay factores biológicos; pero, por encima de ellos, todos los hombres normales tienen enormes posibilidades de desarrollar e incrementar sus propias facultades mentales. Porque la inteligencia es, en verdad, una realidad sobre la que se puede influir, pues tiene un componente ambiental, sociocultural.
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Se trata de ser, realmente, actores de nuestras propias realizaciones. De estar al mando de nuestra propia potencialidad y de enriquecer nuestra individualidad.
Los hombres son diferentes. No son idénticos aun cuando posean potencialidades similares y tengan que alcanzar metas comunes extraordinarias. Según Spengler, el final de una determinada civilización se puede deber fundamentalmente a la pérdida de su 'alma', de su disposición espiritual. Si esto es verdad, podemos establecer categóricamente que, si conseguimos proyectar la inteligencia humana hasta los niveles que puede alcanzar, la humanidad estará, realmente, en el umbral de una nueva civilización.
No importa cómo y aunque tengamos que luchar contra fuerzas superiores, tenemos que crear una doctrina integral, a la que el doctor Machado ha denominado 'inteligencialismo', que va más allá de las fronteras establecidas por la derecha o la izquierda, por ideologías viejas y nuevas, por nuevas etiquetas o viejas realidades. No estamos tratando un problema semántico o filológico. De hecho, es un problema que sobrepasa los aspectos geopolíticos y sociobiológicos, pues el hombre es un ser integral creado por Dios a su imagen y semejanza, hacedor de su propia vida e historia, artífice de sueños y futuros, poeta del mañana y creador, hoy, de la eterna utopía de la humanidad: un mundo libre, justo y en paz.
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