Debate sobre el crecimiento
(1975)–Willem Oltmans– Auteursrechtelijk beschermd49. Mary McCarthyLa escritora norteamericana Mary McCarthy nació en Seattle, Washington, en 1912. Asistió al Colegio Vassar y durante sus primeros años trabajó como crítica teatral. En 1948 dio clases de inglés en el Colegio Sarah Lawrence. Parafraseando lo que Charles De Gaulle dijo de Sartre: ‘Mary McCarthy c'est aussi l'Amerique.’Ga naar voetnoot1 ¿Qué siente un | |
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norteamericano viviendo en Europa durante este periodo crítico del mundo en evolución?Ga naar voetnoot2
Vivo aquí, en París, desde hace diez años. En modo alguno creo tener un punto de vista europeo. Tiene sus ventajas el mantenerse un tanto apartada de los Estados Unidos durante este espantoso periodo de la guerra de Vietnam, evidentemente todavía no acabada. El inconveniente es que si una quiere intentar alguna actividad, es difícil hacerlo desde aquí. Es muy difícil, si se quiere organizar alguna oposición, hacerlo por teléfono. Cuando se escribe una carta, como yo acabo de hacer, al Herald Tribune,Ga naar voetnoot3 una sabe que sólo la leerán los norteamericanos que viven aquí.
Puede usted enviarla a Harrison Salisbury o John B. Oakes, del New York Times. De esta manera sus opiniones aparecerían impresas allí. Debería hacerlo.
Sí, pero hay algo que en alguna forma nos mueve a escribir la carta donde una vive. Incidentalmente, el vivir en Francia parece suscitar mucha envidia. Los norteamericanos envidian mucho, mucho, a las personas que viven en este lado del Atlántico y tratarían de rebajar a una por esa razón. Pero yo no soy una expatriada. Vivo aquí porque mi marido trabaja en la ocde.
¿Qué piensa usted de esta época, cuando, por una parte, Nixon tiende puentes a China y la Unión Soviética y, por otra, ordena el bombardeo sobre Vietnam, en escala jamás vista en el mundo?
Verdaderamente es un misterio. Nunca he creído que Nixon obrase de buena fe en esas negociaciones. Nunca he confiado en ese acuerdo del 26 de octubre de 1972.Ga naar voetnoot4 No creo que sea perdurable.
¿Un ardid electoral? | |
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No creo que haya podido representar tan importante papel. De todos modos, Nixon estaba seguro de ser reelegido. Mucha gente sigue siendo hostil contra la política de Nixon y, sin embargo, ha creído que deseaba sinceramente terminar la guerra. Esta gente creía que el conseguir la paz en Vietnam le era favorable. Se pensaba que una vez abiertas esas líneas con China y la Unión Soviética, la paz en el sudeste asiático se hacía indispensable absolutamente. Pero no parece que la necesitara tanto. El porqué de la permanencia de los Estados Unidos en Vietnam e Indochina en general es un misterio. La única explicación que se me ocurre es una explicación marxista y, fundamentalmente, tanto económica como política. Una interpretación netamente marxista no tiene sentido. Nosotros no necesitamos sus materias primas. No necesitamos su arroz, pues, en realidad, estamos exportando arroz a Vietnam del Sur. No necesitamos su caucho. De todos modos hemos devastado sus plantaciones y destruido sus árboles. No necesitamos sus plátanos. Se ha encontrado algo de petróleo fuera del litoral, pero el descubrimiento ha ocurrido bastante recientemente, en 1969, creo. Ello explicaría el que quisiéramos quedarnos allí ahora, pero no nuestra anterior determinación de hacerlo. Nosotros no podemos seguir con ThieuGa naar voetnoot5 por motivos puramente colonialistas o neocolonialistas. Pero sí creo que el Vietcong y sus seguidores de Vietnam del Sur optaron por un modo de vida no capitalista. Se trata de una clara preferencia, de algo muy distinto de lo que ocurrió en Polonia, Checoslovaquia y otros países, donde nunca se dejó al pueblo otra alternativa. El que Polonia sea comunista no pone una mancha negra en el capitalismo al estilo de los Estados Unidos, en modo alguno, mientras que la opción tomada libremente por los partidarios del Vietcong...
¿Cómo en Chile?
Ciertamente, algo muy parecido a lo de Chile. Si se deja que en Vietnam ganen...
Carl P. RogersGa naar voetnoot6 ha recalcado que lo que lo entristece es la | |
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propagación de lo que él llama ‘la colosal hipocresía en la política’.
Sí, estoy de acuerdo. Es algo absolutamente terrorífico, y casi más horripilante que los bombardeos durante la Navidad fueron las mentiras oficiales acerca de ellos. Mentiras en cuanto al bombardeo del hospital de HanoiGa naar voetnoot7 y cosas por el estilo. Y después ese vergonzoso asunto de cómo vamos a ayudarlos a reconstruir su país. Es una verdadera locura, pero permite a los norteamericanos sentirse inocentes, creerse buenos. Pero retornemos a la temeraria maniobra de Nixon con la paz. Pudiera equivocarme, pero creo que al principio, Nixon deseaba el acuerdo de octubre, y únicamente cuando Kissinger regresó con un convenio ya aceptado, si es que no firmado, Nixon se dio cuenta repentinamente de que podría haber obtenido algo más. ‘Hanoi ha aceptado esto, pensó, y ello demuestra que podría haberse logrado más.’ Éste es mi análisis, y creo que Nixon reincidirá otra vez en el caso de otro convenio...
...Ése es el nivel mental de Nixon.
Sí, pero, de uno u otro modo, así han procedido todos los presidentes norteamericanos.
Sin embargo, ha de conceder usted a Eisenhower el haber detenido la guerra de Corea, y bien poco después de su elección. Durante la campaña presidencial de Nixon en 1968, yo estuve con él en New Hampshire y le oí decir una y otra vez: ‘He aprendido la lección de Eisenhower y voy a acabar con la guerra de Vietnam.’ Pero sigue bombardeándolo, ¡cinco años después!
Recuerdo eso, sí. Recuerdo que fue uno de sus lemas electorales. Eisenhower detuvo lo de Corea, pero no lo resolvió realmente. Todavía hay en Corea 75 mil soldados norteamericanos, algo que todo el mundo olvida. Por una parte, Eisenhower siguió una política relativamente prudente y moderada en Vietnam, comparada con la de sus sucesores. Por otro lado, él fue el presidente que decidió no aceptar la celebración de aquellas elecciones en Vietnam acordadas | |
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en la conferencia de Ginebra de 1954. El hecho de que Washington, que permitió el asesinato de Ngo Dinh Diem, no se deshaga cortésmente de Thieu es bastante significativo. Si le hubiéramos retirado nuestro apoyo, Thieu ya no existiría. El que Thieu permanezca en el poder me demuestra que los norteamericanos no están dispuestos a salir de Vietnam.
Lo que a mí me asombra es que no hayan todavía aprendido que su apoyo a Chiang Kai-shek, otro Thieu, fue la causa de la ascensión de Mao Tse-tung. Es como apoyar a Batista y obtener a Fidel Castro. ¿Cuándo va a aprender Washington?
Sí, pero quizá no exista allí por ahora una corriente popular intermedia. Es decir, una corriente liberal. Debiera haberse apoyado a algún amable socialdemócrata, en lugar de sostener a Batista, pero por entonces quizá no había ninguna de esas moderadas personas que fuera viable, por lo menos a juicio de Washington. Para Washington ‘moderado’ ya es algo demasiado desviado hacia la izquierda. Cada vez me afirmó más en mi modo de pensar, sobre todo al ver los desastrosos acontecimientos de Chile. Allende fue una perfecta maravilla de ese tipo socialdemócrata moderado.
Pero, retornando a nuestro tema, ¿qué piensa usted de eso que Jean-François Revel llama norteamericanización de las culturas?Ga naar voetnoot8
Mi respuesta es que no sé. Creo que algunas de las actuales manifestaciones de esa cultura son simplemente modas pasajeras, que no durarán mucho. Espero incluso que no dure mucho la cultura de la droga. No sé. Los norteamericanos son terriblemente susceptibles a las mudanzas de la moda, y cuando llegan a establecer algún estilo, este estilo se extiende. Pienso también que la mentalidad de la sociedad de consumo representa una curiosa parte en todo esto. La música, los vestidos, las joyas, las bandas de amor, el alimento macrobiótico, abren nuevas posibilidades comerciales. Existen tiendas de anticultura. Hay hippies que trabajan en tiendas donde se venden ropas para sus congéneres. Esto significa un nuevo mercado para la juventud, que se ha convertido en un mercado mundial. | |
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Es desconcertante el que Japón, que sigue siendo totalmente japonés, haya imitado a los norteamericanos en medida mayor, probablemente, que ningún otro país asiático.
Mi opinión respecto de todo esto es, debo decirlo, muy pesimista. Basta mirar en torno para ver que Notre Dame de París no puede coexistir con la Torre de Montparnasse. No puede. Y naturalmente, prefiero infinitamente Notre Dame. Pero uno no puede tolerar ambas, y si lo intenta, muere. Vea usted, esas ciudades en conserva, ciudades museo, circundadas por esos lúgubres barrios de viviendas, esas cínicas... habitaciones para los obreros, para los pobres. Dentro de ese anillo se encuentra una petrificada ciudad museo que pueden visitar los turistas. Es algo imposible.
Paolo SoleriGa naar voetnoot9 trata de diseñar nuevas ciudades mediante la miniaturización. ¿Lo sabía usted?
Sí.
Jean-François Revel ha escrito que o existe un gobierno mundial o nada más seguirá existiendo.
Soy contraria a un gobierno mundial, especialmente con esas peligrosas y totalitarias tendencias de la sociedad moderna. Creo que un gobierno mundial sería algo infinitamente peor que lo que ahora tenemos. Revel imagina un benévolo y democrático gobierno mundial. No sería nada semejante. ¡Suponga un gobierno mundial encabezado por Hitler! La ventaja del actual sistema plural es que todavía existen lugares donde una puede refugiarse. Durante la segunda Guerra Mundial tuvimos Suiza, Suecia o, en último término, los Estados Unidos. Soy contraria a cualquier tendencia hacia la consolidación del mundo, que signifique no tener un lugar donde escapar en el caso de una nueva tiranía totalitaria mundial.Ga naar voetnoot10
Sí, pero, por otro lado, Los límites del crecimiento nos advierte con insistencia que estamos llegando al límite de nuestros recursos y se cierne sobre nosotros la amenaza de la contaminación y el crecimiento de la población. No quiero | |
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hablar siquiera de una más justa distribución de la riqueza entre las naciones ricas y las pobres. ¿Cómo, pues, llegar a una mejor administración de este planeta, sin otro aparato político más eficaz que las Naciones Unidas?
No creo que vaya a suceder nada de eso.
¿No cree, usted que deba ocurrir? Después de todo, tenemos a las Naciones Unidas e instituciones como la ocde.
Sí, pero no tienen poder. Sencillamente no creo que algo de todo esto vaya a ocurrir. Si llegamos a tener un parlamento mundial, probablemente será un gobierno mundial impuesto por una tiranía.
ToynbeeGa naar voetnoot11 me recordó que los romanos recurrían a una dictadura transitoria en tiempos de crisis, para retornar después a la democracia.
Eso es posible, pero si llegamos a tener un gobierno mundial, seguramente no nos llegará, pienso yo, por medio de acuerdos y discusiones de mesa redonda. Nos llegará por la fuerza. Y si nos llega por la fuerza, podría ser que, pasado muy largo tiempo, en un remoto futuro, esa fuerza se suavizara algo, se modificara. Ésta es la única forma en que a mi parecer podrá ocurrir. También pienso que es bastante posible que estemos ya al punto de cierta paz mundial, una semipaz entre las tres grandes potencias, China, Estados Unidos y la Unión Soviética, y que cierta suerte de sociedad semiautoritaria, semitotalitaria, con abundancia de bienes de consumo, prevalezca en estos tres países, aunque con diferencias de matiz.
¿Incluso la Unión Soviética y China?
Sí. Me parece que estos países están aproximándose entre sí, especialmente los EE. UU. y la URSS. Los Estados Unidos se están haciendo más reaccionarios, más totalitarios, y se ha producido un leve adoucissement,Ga naar voetnoot12 al menos para el consumidor, en la Unión Soviética. Algunos depositan mayores esperanzas en China, en parte porque es más nueva y en parte, creo yo, porque la conocemos menos. A la Unión | |
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Soviética la conocemos demasiado bien, demasiado bien para esperar mucho de ella en lo que concierne a mudanzas o desarrollo. Nunca he creído que los Estados Unidos fueran fascistas, pero creo que van deslizándose hacia alguna nueva forma de opresión general.
¿Represión también contra la prensa y la televisión?
Es muy probable la evolución de los Estados Unidos hacia el autoritarismo, y en algunos aspectos vendría a ser algo así como un gemelo no idéntico de la Unión Soviética, con diferente historia, diferentes estilos de vida, etcétera.
En realidad, ello aproximaría los dos países.
Sí, así lo creo.
¿Piensa usted, con el Club de Roma, que tenemos graves motivos de preocupación?
Si, claro, sin ninguna duda. Por cuanto sé de las tesis del Club de Roma, puedo decir que coincido con ellas. Pero, una vez más, no veo cómo pueda hacerse mucho. Tal vez valga la pena hacer algo, aunque no sea todo.
La opinión pública podría presionar sobre los políticos y las autoridades.
Bueno, veamos el asunto de la contaminación en los Estados Unidos, que es el país más contaminado del mundo, aun tomando en cuenta el Rin...
...la cloaca de Europa.
Sí, pero creo que los Estados Unidos, si usted toma en consideración el ruido, la contaminación atmosférica y la de ríos y lagos, son el país más contaminado. En torno a este tema ha habido enorme publicidad. El pueblo ha colaborado a ella. Ha habido una moda ecológica. Y ha logrado cero.
Recientemente, Nixon ha retirado fondos destinados a alcanzar algunas metas limitadas en este campo.
Lo que demuestra, me parece a mí, que la opinión pública no influye en nada, al menos en gran escala. Usted debe | |
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seguir tratando de agitar la opinión pública, pero cada día arraiga más en mí la creencia de que lo que se conoce como opinión pública ya no existe.
Piensa usted en eso de que el 68% del pueblo norteamericano votara por Nixon, siendo así que la mayoría estaba sinceramente contra la guerra.
Como escritora -no de novelas, sino de esos tres libros sobre Vietnam- trato de dirigirme a la opinión pública; pero me he ido convenciendo paulatinamente de que me dirijo, al vacío. No hay nada allí. La opinión pública probablemente se basa en los diarios, más que en la televisión y el radio. Quizá los lectores de periódicos, la masa de los lectores de periódicos, constituyese un público pensante que reaccionara a los acontecimientos. Los espectadores de la televisión, no.
Marshall McLuhanGa naar voetnoot13 trabaja arduamente para descubrir qué hace la televisión a nuestros cerebros.
Sí, pero él está en favor de ella, y yo en contra. Me opongo rotundamente a la televisión. Creo que debiera suprimirse.
¿Cree usted que contamina y corrompe la inteligencia?
Sí, eso quiero decir. No he sacado mi televisor de la alacena desde que se retiró de la política el general De Gaulle, no desde que murió.Ga naar voetnoot14 Sí, la saqué una vez, para un amigo, un escritor francés amigo mío que trabaja para la televisión francesa. De verdad estoy contra la televisión. No es sacrificio para mí el tener mi televisor guardado en la alacena. He olvidado que lo tengo.
Ha hablado usted de la televisión francesa, pero ésta está bastante controlada. ¿Está usted también en contra de los noticieros de la CBS, la NBC y la ABC?Ga naar voetnoot15 | |
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Esas personas son bastante embusteras. Me parece absurda la idea de que representan cierto género de radicalismo. Para mí, el mejor argumento en favor de la televisión sería la bbc, la televisión inglesa en general. También su televisión holandesa. La he visto; estuve en Holanda en Navidad. La vimos algún rato... me pareció buena. Su color es maravilloso, el mejor del mundo, el color de la Philips. De todos modos, estoy contra la televisión. Y hablando de esa cuestión de la opinión pública: he advertido cierto efecto en mí misma. Estando en Nueva York, en ocasión de regresar de Japón a Francia, ocurrieron los asesinatos de la Universidad de Kent, inmediatamente después de la invasión de Camboya. Como todo el mundo en los Estados Unidos, lo vi todo en la televisión. Permanecimos pegados a la televisión por lo menos un día, tal vez dos días, todo el tiempo que trasmitían noticias. Vimos la misma cosa una y otra vez. Las mismas secuencias cada hora, lo mismo que cuando el asesinato de Kennedy,Ga naar voetnoot16 cuando la gente se mantuvo viendo cómo mataban a Kennedy, el funeral, cómo disparaban contra Oswald;Ga naar voetnoot17 las mismas escenas una, otra y otra vez. Me di cuenca, al terminar el primer día, de que ya no sentía nada acerca de la matanza de Kent.
Inmunización...
La imagen se había autodestruido por completo, como alguna extraña reacción química; había perdido toda su fuerza.
Los espectadores de la televisión ya no distinguen entre John Wayne y My Lai.Ga naar voetnoot18
No, yo no adopto una posición tan moralista. El embotamiento me ocurrió a mí, y yo no estoy en riesgo de confundir a John Wayne con My Lai. Creo que es un efecto del medio mismo, un efecto simplemente anestésico. Al principio, la gente solía decir que era algo maravilloso, algo muy positivo el que todo el mundo, en cada hogar norteamericano, | |
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viera los horrores de Khe SanhGa naar voetnoot19 y Hamburger Hill.Ga naar voetnoot20 Sin duda, estas Navidades, las familias reunidas en torno al árbol de Navidad debieron de ver el bombardeo de saturación sobre Hanoi. No lo sé. Pero sí estoy segura de que ha muerto todo sentimïento. No creo que la lectura de los diarios cause el mismo efecto de embotamiento; en realidad, por el contrario, hace que una se agite y desee hacer algo, aunque sólo sea escribir al director del diario. La prensa crea en derredor un grupo de gente informada, al que se llama opinión pública, el cual, después de todo, no existía en la Edad Media, cuando predominaba la imagen y los rumores se difundían de viva voz. En la Edad Media se producían oleadas, paroxismos de emoción que se extendían a países enteros. Poco antes del año 1000, los pueblos se sentían aterrorizados ante la temida llegada del milenio y el fin del mundo, ¡Si el Club de Roma pudiera levantar oleadas de pánico como aquéllas! Pero no existía entonces cosa tal como la opinión pública, que es un fenómeno burgués moderno, que creo que desaparecerá junto con los diarios.
Cuando visité al profesor Lévi-StraussGa naar voetnoot21 en el Colegio de Francia, parecía entristecido por el estado del mundo, y me dijo que él habría preferido vivir cien o doscientos años antes.
Coincido con él. Sí, absolutamente. Ciertamente hace cien años. Fue una época muy interesante. Incluso doscientos años antes. Habría podido vivir en el siglo xvi. También siento tristeza por el mundo. Y me entristecen particularmente, no los jóvenes, sino los que ahora son niños, por el futuro que les espera. Después de todo, nosotros no vamos a ver lo peor; no viviremos tanto. Ni siquiera nuestros hijos creo que vean lo peor. ¡Pero nuestros nietos, mis nietos, los nietos de las personas de mi edad! | |
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Eso es lo que tanto preocupa al Club de Roma. Aurelio PecceiGa naar voetnoot22 tiene siete nietos. Después de haber establecido fábricas Fiat en la América Latina, sintió que debía dedicar el resto de su vida a trabajar arduamente a fin de mejorar las condiciones de vida del planeta para todos los niños.
Hay que seguir intentándolo, claro; pero no abrigo grandes esperanzas de que pueda hacerse algo en grande. Es quimérico. Tal vez tomarse iniciativas moderadas, sí.
¿Mundiatmente?
No lo veo así. Pensando en forma realista, no lo veo. ¡Siquiera pudiéramos proscribir las armas atómicas! Si esto ocurriera, tendría alguna fe en la posibilidad de acuerdos generales sobre el control de la población, del medio, de los recursos alimentarios. En principio, sería más fácil llegar a acuerdos sobre los armamentos, ya que pueden ser negociados por los gobiernos y no exigen la colaboración ciudadana. Pero que yo sepa, nadie en posición de poder ofrece ni la más remota esperanza de llegar al desarme atómico bilateral (no reducción: desarme); no hablemos, pues, de un acuerdo mundial. Al mismo tiempo, todo el mundo Sabe el riesgo que corremos de que se propaguen las armas nucleares. Pronto llegaremos al punto en que cada nación pueda fabricar su propia bomba, como los muchachos que ahora fabrican LSD en la cocina de la familia o cultivan mariguana en el jardín casero. El próximo paso será el contrabando de materia nuclear.
Mi consejo a cualquiera que se preocupe por el futuro es dejar de pensar en grande, de pensar ‘globalmente’, y tratar de crear un socialismo libre en naciones individuales. Aquí, en Europa, se dan las mejores oportunidades para ello. Aunque tampoco va a ser fácil. |
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