Debate sobre el crecimiento
(1975)–Willem Oltmans– Auteursrechtelijk beschermd36. Alva MyrdalLa señora Alva Myrdal, esposa del profesor Gunnar Myrdal, es ministra del gabinete sueco, encargada de asuntos eclesiásticos y del desarme, desde 1967. | |
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1962 es delegada en jefe ante la conferencia del desarme de Ginebra. De 1962 a 1970 fue miembro de la cámara alta del Parlamento sueco. Como delegada a la conferencia del desarme en Ginebra, usted señaló que en dieciocho meses el mundo hubo de soportar sesenta pruebas atómicas: tres en China, cinco de Francia, dieciséis de los Estados Unidos y varias docenas de la Unión Soviética.Ga naar voetnoot1
Eso es algo que sencillamente debe cesar. Los pecadores son únicamente cinco potencias. No creo que causen daño demasiado grande. Sin embargo, dichas naciones realizan las pruebas nucleares a fin de mejorar su armamento nuclear y darle mayor potencia mortal. Se trata, pues, de competencia entre ellas, que también monopolizan los enormes recursos de sus respectivos territorios. Gran parte de los recursos mundiales se destinan al propósito de perfeccionar instrumentos de muerte. Aunque no haya guerra nuclear y suponiendo que las pruebas nucleares no son dañinas para la salud humana, el curso que nos vemos obligados a seguir es perjudicial para los intereses de la humanidad, del resto del mundo, y aun del pueblo de sus propios países.
Iván Illich ha dicho que las armas modernas sólo pueden defender la civilización y la llamada libertad mediante la aniquilación del hombre.Ga naar voetnoot2 ¿Conviene usted en que, por ejemplo, las saltGa naar voetnoot3 no lograrán impedir el ulterior aumento del número de cabezas explosivas en los proyectiles? Con las salt se ha llegado a un acuerdo, pero el sipriGa naar voetnoot4 lo ha calificado de ‘acuerdo cosmético’. ¿No está el hombre enfrentado a una grave situación? | |
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Sí lo está. Los acuerdos de las salt son buenos por haber demostrado que los dos bandos pueden coincidir en algo. Mas, incluso por lo que se refiere a las armas estratégicas de defensa, significa que ambos países (Estados Unidos y la URSS) van a aumentar sus mab (proyectiles antibalísticos) para llegar a un punto de coincidencia. Por lo demás, cuantitativamente no se reducen las armas estratégicas ofensivas, pues a cada proyectil se le pondrán más bombas. Por otra parte, se permite el perfeccionamiento cualitativo. No hay límite para este perfeccionamiento. En segundo lugar, no ha habido tampoco limitación cuantitativa. El campo sigue abierto a la competencia. Es tanto el aumento que se permiten los Estados Unidos y la Unión Soviética, que, ciertamente, no hará sino animar a China a perseverar en su esfuerzo. Por lo menos estas tres potencias mundiales no ofrecen indicio alguno de estar dispuestas a detener su carrera competitiva hacia la destrucción.
En otras palabras, esas potencias están ahora pasando de la cantidad a la calidad y, en realidad, persisten en su loca carrera.
Sí. Han ido mejorando sin cesar la calidad. El único aspecto en que tratan de establecer alguna limitación es el cuantitativo. Eso no es lo peor. El aspecto cualitativo es mucho peor, pues para producir armas atómicas en mayor cantidad, cada país ha de utilizar recursos, plantas, hierro, instrumentos electrónicos, etcétera. Pero para fomentar el perfeccionamiento cualitativo hay que utilizar el cerebro humano en medida mucho mayor, pues implica investigación y desarrollo. Creo que en este mundo la energía mental es mucho más escasa que, por ejemplo, la electricidad. Lo que los países pobres necesitan más que cualquier otra cosa es, por supuesto, lograr que todos esos cientos de millares de científicos e ingenieros trabajen para resolverles sus problemas, problemas constructivos, no problemas destructivos.
¿Qué significó realmente el acuerdo entre Jruschov y Kennedy sobre la suspensión de las pruebas atómicas en la atmósfera? Las pruebas subterráneas prosiguen, en perjuicio del planeta y de la vida humana. Ahora tenemos el llamado acuerdo salt.
El acuerdo entre Jruschov y Kennedy sobre la prohibición de las pruebas nucleares en la atmósfera no ha significado | |
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nada en lo que concierne a contener la carrera armamentista. Nada absolutamente. La carrera prosigue como antes y realmente no veo cómo ponerle fin, si los militares no modifican su actitud, como creo que los científicos están en curso de cambiar la suya. Los científicos sienten intenso disgusto por el trabajo, digamos, en las armas químicas, y critican realmente lo que se está haciendo. Siempre ha habido grandes héroes, incluso entre los científicos del átomo, acosados por la duda de si han procedido bien o no, como Oppenheimer.
Sí, y Andrei Sajarov en la Unión Soviética...
Sí, Sajarov y varios otros en la Unión Soviética. Vinieron a un congreso en Suecia. Habían dicho poco antes que todos los científicos deberían acordar, por lo menos, no trabajar más sobre las armas biológicas. Abrigo las mayores esperanzas de que los científicos se rebelen contra la actual situación. Los científicos conducirán a la opinión pública a la rebelión contra tal situación y, de este modo, influirán sobre los políticos. Espero que entonces los políticos y estadistas, a su turno, ejerciten su poder sobre los militares.
En otras palabras, los científicos deben movilizar al pueblo para que éste incite a los políticos a hacer lo que es necesario.
Sí, exactamente. El pueblo carece de esa fuente de energía, confundido como está por los medios de información, por la televisión. El pueblo está profundamente influido por lemas y consignas, como ‘superioridad’, ‘honor nacional’, ‘hemos de ser los más fuertes’, etcétera, que son meras insensateces. Cada nación ha de ser la más grande, al costo que fuere. Mejor sería que nos uniéramos todos y lucháramos por mejorar al máximo nuestro mundo.
En el mit, el equipo de Forrester ha sido el primero en intentar construir un modelo del mundo, a fin de estudiar lo que debe hacerse para lograr la supervivencia y descubrir cuáles son en realidad las interacciones entre los factores perjudiciales para la vida.
Sí, y si usted recalca la palabra ‘comienzo’, creo que se trata de algo muy bueno. Esa tentativa ha abierto un nuevo campo de interés para mucha gente, pero ciertamente no cabe considerarlo como un modelo del que se pueda partir | |
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sin más para formular un plan de instrumentación; más bien podría servir como base de estudios críticos de futuros alternativos de diferentes clases. Estos estudios nos han interesado mucho en Suecia. Como país pequeño que somos, estamos temerosos de las naciones gigantes, de las superpotencias, especialmente de sus planes militares. Las empresas multinacionales -los grandes negocios, etcétera- planean el futuro del mundo de acuerdo con sus intereses, y también planean nuestro futuro. Queremos tener influencia en esto. Estamos muy ansiosos de establecer en Suecia algunas unidades que sigan el pensamiento en el campo del planeamiento que está en marcha y contribuyan en ciertos sectores, en que tenemos recursos suficientes para hacerlo. Precisamente yo he sido presidenta de un comité oficial, y en nuestro informe exponemos nuestras deliberaciones acerca de cómo habrá de estudiarse el futuro en Suecia. Hemos de recordar los intereses del hombre común, del municipio y de las provincias y de otros grupos, y tenemos que pensar cómo incluir sus intereses en los planes para el futuro, de manera equilibrada y teniendo además en cuenta los intereses de las futuras generaciones. No debemos excedernos en nuestras decisiones, para evitar comprometer con ellas el futuro. Hemos de dejar abiertas algunas decisiones a las generaciones futuras. Ésta es una proposición muy difícil en todo aquello que tenga que ver con el planeamiento.
Según el New York Times, el profesor Mason Willridge, de la Universidad de Virginia, señaló, en una conferencia, el peligro de que malhechores o bandidos pudieran algún día amenazar a la humanidad con bombas nucleares fabricadas clandestinamente.
Es posible. Los asesinos y bandidos tienen potencialidades mucho mayores de las que les suponemos, incluso por lo que respecta a armas químicas, como gases letales, etcétera. Usted ya ha visto ejemplos, como el de esos explosivos que se envían con pequeñas cartas. Quizá no ocasionen grandes matanzas, pero creo que hemos de tomar en consideración la posibilidad, mayor ahora que en otros tiempos, de que individuos o grupos lleven a la práctica planes de brutalidad. El sipri está ahora realizando un estudio exhaustivo de todas las clases de armas químicas. Probablemente conozca usted el estudio de 900 páginas publicado recientemente por ese instituto sobre ‘El comercio de armas con el tercer mundo’. | |
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Sí, visité a su director, el Dr. Frank Barnaby, y he escrito acerca de este importantísimo estudio en la prensa. ¿Abriga usted la esperanza de que los científicos sean capaces de alertar en grado suficiente a la humanidad y a tiempo para evitar que caigamos en el desastre?
No, no puedo decir que tenga esa esperanza. Pero no es necesario tenerla para tratar de prevenir el mal antes de que ocurra. Creo que todo el mundo que entienda algo, por poco que sea, de estos problemas tiene la obligación de hablar. Diría que particularmente nosotros, los nacionales de los países pequeños y neutrales, no comprometidos con ninguno de los bloques, tenemos más obligación de decir la verdad, tal como nosotros la entendemos, con la esperanza de que a la larga pueda influir sobre el mundo. En nada podríamos creer si dejáramos de creer en la razón. |
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