Debate sobre el crecimiento
(1975)–Willem Oltmans– Auteursrechtelijk beschermd2. C.H. WaddingtonEl prof. Waddington ocupa la cátedra Buchanan de genética animal en la Universidad de Edimburgo, Escocia, desde 1946. Es considerado uno de los mayores talentos de la Gran Bretaña contemporánea y participa activamente en las reuniones del Club de Roma. Nació en Evesham, Inglaterra, en 1905. Estudió en el Clifton College y el Sidney Susex College, y se graduó en ciencias naturales por Cambridge. Ha enseñado zoología y embriología en el Laboratorio de Investigación Strangeways, de Cambridge. Fue visitador viajero de la Fundación Rockefeller en 1932 y 1938, y como tal visitó al doctor Einstein, en la Universidad del estado de Nueva York en Buffalo. Desde 1969 es presidente de la Unión Internacional de Ciencias Biológicas. Es importante formarse cierta idea de lo que cabe o no esperar lograr por medio de las simulaciones de computadora en el estado actual del arte y hasta qué punto el equipo del mit y otras personas recientemente asociadas al Club de Roma han conseguido ponerse al día. | |
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El procedimiento para configurar el modelo computarizado de un sistema complejo es algo parecido a esto: Comienza usted por elegir, basado en el sentido común, cierto número de grandes componentes del sistema, que juzga de importancia. Para el estudio del mit se escogieron cinco variables principales: población, gasto de capital, recursos naturales, contaminación e inversión de capital en la agricultura. Cada uno de éstos se subdividió después en varios factores activos de inferior nivel; por ejemplo, para la población, tasas de natalidad y de mortalidad; y en otros campos, factores tales como extensión aprovechable de tierra cultivable, capital necesario para poner en cultivo nuevas tierras, etcétera. Después han de introducirse en el modelo estimaciones cuantitativas de la fuerza de las interacciones entre los factores. Por ejemplo, qué efectos causa la contaminación sobre la población. Por ahora, estos efectos de la interacción (‘multiplicadores’, en la jerga de los proyectistas de sistemas) suelen suponerse, por ser mínimo el número de hechos en qué basar las estimaciones. Sin embargo, la computadora es lo suficientemente flexible para entenderse con los ‘multiplicadores’, los cuales cambian de acuerdo con los valores reales de las dos variables que interactúan. Por ejemplo, el grupo del mit sugirió que el efecto de la contaminación sobre la tasa de mortalidad no varía uniforme y proporcionalmente a todos los niveles, sino que es muy pequeño, hasta que alcanza un nivel relativamente alto y, a partir de este punto, su capacidad letal crece progresivamente. Esto es una hipótesis inferida de algunos fenómenos, entre ellos, por ejemplo, la gran niebla de Londres en 1952, la cual, se calcula, precipitó la muerte de tres mil personas. La única verificación real -y bastante débil, por cierto- de la validez de tales hipótesis estriba en mostrar que el sistema entero produce un cuadro razonablemente exacto de lo sucedido a todas aquellas variables sobre las cuales se ha reunido información cuantitativa durante cierto periodo del pasado, por ejemplo, entre 1900 y 1960. Todo conjunto de valores de interacciones que no satisfaga este requisito será, por supuesto, inaceptable, pero un conjunto de valores diferentes probablemente podría ajustarse en forma razonable a los datos existentes, particularmente porque algunos factores cuya futura importancia parece verosímil, como los altos niveles de contaminación o el agotamiento de algunos recursos naturales, no han comenzado a ejercer influencia importante alguna hasta muy recientemente. Una vez conformado el modelo y habiendo demostrado su | |
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aptitud funcional, al menos por lo que se refiere al pasado, la computadora trabajará para nosotros y nos informará de lo que sucedería si el mismo conjunto de interacciones siguiesen produciéndose en lo futuro. El resultado del modelo del mit significa que hacia fines de este siglo comenzarán a agotarse los recursos naturales del mundo, los cuales ya no bastarán para mantener una población tan numerosa como la prevista para entonces, la cual, sin duda, disminuirá espectacular y catastróficamente. Después, el grupo del mit investigó cuál sería el comportamiento de su modelo al alterar algunos de los valores numéricos introducidos en él. Como la prolongación de su dispositivo original conduciría al agotamiento de los recursos naturales, parece evidente que el siguiente paso debería ser reducir la intensidad de explotación de los recursos naturales. Cuando los investigadores alteraron los valores del modelo de acuerdo con esta nueva política, lo que resultó fue el aumento de la contaminación en grado bastante para llevar a la catástrofe a la humanidad. Así pues, ¿qué pasaría si se redujera la tasa de explotación de los recursos naturales y se aumentara la eficiencia de la industria en relación con la producción de contaminación? La catástrofe se aplazaría por corto tiempo, pero en último término se llegaría al mismo resultado. En realidad, las únicas alteraciones del modelo del mit que se tradujeron en una situación estable en lo esencial, sin disminución ni aumento súbitos de la población, fueron aquellas que entrañaban severas restricciones a la inversión de capital, la explotación de recursos e incluso la producción de alimentos. A quienes están acostumbrados a que todo sea siempre más grande y mejor, la perspectiva no les resultará ciertamente muy alegre.
¿Hay que aceptar estos resultados seriamente?
Como predicciones no debe concedérseles seriedad alguna. Con ellos no se pretendió ni intentó prever lo que ha de ocurrir. Su importancia, muy real, es de otra clase, más bien, de tres diferentes clases. En primer lugar, tales resultados revelan ciertas formas de catastróficas desgracias que podrían ocurrir si el mundo siguiera funcionando de acuerdo con un sistema que no es demasiado improbable. Será prudente que la humanidad tenga bien presente que las catástrofes no son en modo alguno inverosímiles. En segundo lugar, los resultados en cuestión nos traen la | |
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lección de que si alguno hace algo -introduce una alteración- en un sistema complejo, la reacción de éste puede muy bien no ser la que se esperaba o pretendía. Es ésta una lección que continuamente hemos de aprender, una y otra vez. El comportamiento de los sistemas complejos es a menudo lo que el grupo del mit llama ‘antiintuitivo’: la condenada cosa no se comporta realmente como ‘debiera’. El mismo grupo de investigadores del mit había realizado anteriormente otro estudio sobre los procesos de crecimiento de las ciudades. Ha sido experiencia bastante común, particularmente en los Estados Unidos, que una autoridad bien intencionada lleve a cabo un programa de eliminación de tugurios, edifique buen número de viviendas muy superiores a las de antes y, en unos cuantos años, encuentre que en la primitiva zona de tugurios ha vuelto a aglomerarse la gente pobre y en mayor número que antes. Probablemente, uno de los principales factores causantes de esta conducta antiintuitiva es que los nuevos edificios atraen mucha gente a la región donde están situados, pero si no hay suficientes empleos para todos, muchos siguen siendo pobres y en sus viviendas la aglomeración se hace mayor que antes. Entender por qué los sistemas complejos no se comportan del modo previsto es el principal objeto que se persigue haciendo modelos de ellos. La tercera importancia del esquema mundial del mit es la de ser el comienzo de un proceso de exploración de diversos modelos, para ver si se encuentra alguno que realmente se comporte de la misma manera que el mundo.
Profesor: si es cierto que el tesoro de la vida, la riqueza de la vida, está almacenado en la diversidad de los genes, en la de los seres vivientes; si la diversidad es algo obligatorio, ¿está la conducta humana destruyendo esta necesaria riqueza?
Ciertamente estamos destruyéndola en el mundo natural. Estamos extinguiendo muchas especies. Estamos acabando con la fauna y la flora de varios lugares del planeta, e importa mucho que dejemos de hacerlo. Muchos de los genes que necesitamos para mejorar las plantas cultivables o protegerlas contra las enfermedades u otros fines existen en las especies silvestres, y si eliminamos estas especies y después resulta que las necesitamos, nos encontraremos con que será muy difícil recobrarlas. Ahora bien, por lo que concierne a la especie humana, en conjunto, lo que estamos haciendo no es tanto provocar una alteración genética como una alteración | |
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cultural. Lo estamos haciendo realmente posible. Creo que la gente puede hoy ser mucho más diversa que en el pasado pues tenemos más riqueza y más tiempo libre. Es menor la presión que implica la simple conservación de la vida. En conjunto, la gente va haciéndose más capaz de ser distinta, y esto ciertamente es aplicable a los habitantes de los países en desarrollo, donde hasta ahora todos han de trabajar todas las horas del día simplemente para vivir. En algunos de los países más ricos del mundo, como los de Europa, quizá las clases más opulentas hayan sido algo más diversas en el pasado que ahora. La presión hacia la uniformidad es considerable. Creo, sin embargo, que no cabe compararla con la presión hacia la uniformidad que actuaba sobre las civilizaciones campesinas medievales, cuando la gente había de dedicar todas las horas del día a trabajar en el campo y no tenía mucha oportunidad de hacer algo diferente.
¿Y el enfoque SkinnerGa naar voetnoot1 conduciría a alguna forma de gobierno (mundial) autoritaria?
Podría ser; pero, por supuesto, Skinner está muy ansioso de que así no suceda. Creo que Skinner tiene mucha razón en recalcar cuánto nos influimos mutuamente y en qué medida somos programados por nuestra crianza, etc. Pero creo que realmente es demasiado pronto para pensar en la posibilidad de diseñar el sistema de programación adecuado a producir la persona de calidad óptima. Hemos de ir experimentando gradualmente por este camino. No podemos evitar la influencia de los unos sobre los otros ni el estar en cierto grado programados. Y creo que ChomskyGa naar voetnoot2 exagera en el sentido opuesto al afirmar que todo es totalmente espontáneo y brota en la superficie desde los más hondos estratos del espíritu, sin influencia alguna de otras personas o cosas. Creo que ambos exageran en sus respectivas opiniones y ambos tienen algo de razón.
¿Cree usted que la verdad está en el medio?
En algún punto intermedio. | |
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¿Qué opina usted de la biología molecular, de la que se ha dicho que es ejercer sin título en bioquímica?
Bueno, la mayor parte de las habladurías respecto a la ingeniería genética y manipulaciones biológicas avanzadas provienen de gente que se adelanta demasiado al futuro. En realidad es justo que lo hagan, como también lo es que comience a hablarse de estas cosas diez y aun veinte años antes de que sean practicables, aunque muchas de ellas no lo serán jamás. Yo no creo que se pueda inventar una mejor dotación de genes, sintetizar el adn (ácido desoxirribonucleico) e insertarlo. No creo que seamos capaces de establecer un plan radical para modificar los genes humanos; pero es mucho más factible manipular el óvulo y los espermatozoides humanos. No puede descartarse la posibilidad de producir muchos gemelos idénticos, por ejemplo. En realidad, ya se ha hecho con la rana. Sin embargo, hacer lo mismo con un mamífero va a ser mucho más difícil, pero bien podría hacerse con el ganado, con las reses, los cerdos y otros. Yo diría que podría hacerse dentro de unos diez años, si se inventara un extenso programa de investigación. Hacer lo mismo con los seres humanos requeriría otro vasto programa de desarrollo. Para hacer algo con seres humanos debe actuarse teniendo por lo menos un noventa y nueve por ciento de probabilidades de acertar con el resultado, si no más. Con el ganado no importa mucho si muere el uno por ciento de los animales o si los resultados no son exactamente los apetecidos. Pero para practicar con seres humanos el procedimiento ha de ser fantásticamente seguro, y esto significa un enorme programa. No sé si usted ha leído un artículo de un hombre llamado Djerassi, que fue director de la Syntex Corporation. Este investigador ha trabajado mucho en la química de los esteroides, entre ellos algunos que se emplean como anticonceptivos. Djerassi considera que su trabajo podría llevar a un positivo progreso, a un anticonceptivo de nueva clase, y señala que la legislación norteamericana exige extensos ensayos sobre toxicidad y posible perjuicio a los embriones, que han de realizarse con animales de diferentes especies, antes de acometer experimentos con seres humanos. Estas pruebas duran unos quince años como mínimo y cuestan no menos de diez millones de dólares. Agrega que la probabilidad de recuperar la inversión con el preparado obtenido es pequeña, y sostiene que no debe hacerse el ensayo. Dice que, en 1984 -fecha de moda- los anticonceptivos serán en lo | |
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esencial los mismos que ahora, pues nadie puede permitirse inventar y perfeccionar otro realmente nuevo.
A menos que cese la guerra de Vietnam.
Aunque se acabe la guerra de Vietnam, no se podrá evitar toda la investigación en cuestión. Pero posiblemente podría llevarse a cabo en la India o Brasil u otro país de los que tienen graves problemas de población y cuya legislación no sea tan estricta y minuciosa en cuanto a la inocuidad (de los preparados experimentales). Pero yo menciono esto por si usted está pensando en esos cómicos procedimientos, como la ingeniería genética o la producción de gemelos idénticos, que habrán de exigir la misma suerte de investigación y control, antes de aplicarlos a seres humanos. Creo que el único avance verosímil por ahora es la determinación del sexo de las criaturas. Esto tendría cierta importancia en la zootecnia, aunque no mucha. Para el hombre, la importancia sería inmensa. Dudo bastante de que el control de la población logre aceptación en todas partes, a menos que la gente tenga la certeza de que los dos hijos que se le consienta tener serán del sexo deseado. Si un matrimonio quiere tener primero un hijo y le nace una niña, desearán estar seguros de que el siguiente hijo será un varón; de no ser así, continuarán hasta tener el muchacho. Sería ventajoso para el control de la población el poder decir a las personas que es posible elegir con seguridad el sexo del siguiente hijo. Pueden lograrlo ahora, pero de una manera bastante desagradable. Se puede diagnosticar el sexo del feto y provocar el aborto si no es el deseado. Pero por ahora no es posible este diagnóstico sino hasta que la gestación está bastante avanzada. Por lo demás, abortar es bastante desagradable, y cuando el diagnóstico es posible, la futura madre ya quiere a su criatura y no desea deshacerse de ella. Así pues, no es ésta una manera agradable de llegar al fin buscado.
¿Se está trabajando en esto?
Bueno, un poco. Quiero decir que quizás estén trabajando en ello una docena de científicos en todo el mundo, posiblemente no más de media docena, un número infinitesimal, en comparación con el de los que trabajan en transportes ultrasónicos. | |
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¿No cree usted que sería esencial que estos programas estuviesen bajo la supervisión de algún organismo mundial, las Naciones Unidas o la oms?Ga naar voetnoot3
Sí, creo que así debe ser. Ya hoy estos trabajos se han de efectuar bajo control nacional, pues cuestan tanto que nadie puede realizarlos sino organismos nacionales, con fondos nacionales, es decir, en lo esencial, provenientes de los impuestos, lo que significa control por el parlamento o por el sistema de gobierno que tenga cada país. No creo que puedan realizarlo personas particulares. Pienso que deben efectuarse bajo cierta clase de control público. Ahora bien, me gustaría que este control público fuera mundial.
¿Usted está en favor del control a través de las fronteras, las de los países socialistas, la Unión Soviética, por ejemplo?
Sí, lo estoy. Pero no está claro si las sociedades internacionales existentes son realmente adecuadas para ejercerlo. La experiencia de los juegos olímpicos, por ejemplo, indica que los organismos internacionales no piensan, por el momento, con amplitud realmente mundial. |