Debate sobre el crecimiento
(1975)–Willem Oltmans– Auteursrechtelijk beschermd
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1. U ThantU Thant, el diplomático y estadista asiático que llevó el timón de las Naciones Unidas en Nueva York, primero como secretario general interino y, de 1962 a 1970, como secretario general, nació el año 1909 en Pantanaw, Birmania. Estudió pedagogía en el University College de Rangún y ocupó el puesto de decano de la escuela de enseñanza secundaria de Pantanaw de 1931 a 1942. Después de ocupar otros cargos gubernamentales, desempeñó el de secretario del primer ministro de Birmania, U Nu, de 1949 a 1953. Antes de dirigir la organización mundial en Nueva York, el Dr. Thant fue durante cinco años representante permanente de su país ante las Naciones Unidas. Falleció el 25 de noviembre de 1974. Dr. Thant: Cuando usted iba a dejar a las Naciones Unidas, hablando acerca de su retiro, dijo que, durante los setentas, el mundo habría de reencauzar la corriente de los acontecimientos o enfrentarse a la desintegración de la civilización; en otras palabras: usted quiere que el mundo haga ahora algo eficaz.
Hice esa declaración en 1969, en uno de los seminarios que se verificaban en las salas de la asamblea general de las Naciones Unidas. Estaba entonces convencido, y lo estoy más ahora, de que si la comunidad internacional no concentra su atención en los problemas globales, los económicos inclusive, por supuesto, a la comunidad humana sólo le quedan diez años más. Pues percibo muy claramente que la brecha entre los países ricos y los pobres se ensancha cada vez más, y esto, a mi parecer, es más explosivo a la larga que la división del mundo basada en ideologías políticas. Como todo el mundo sabe, provengo de un país subdesarrollado, y tengo plena conciencia de la magnitud de los pro- | |
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blemas a que se enfrentan las naciones pobres. Si los países desarrollados no toman en consideración este aspecto del problema, temo que la humanidad entera sufra. Las naciones ricas y las naciones pobres deben meditar juntas acerca de estos problemas. Y trabajar juntas.
En Estocolmo oí decir a la señora Indira GandhiGa naar voetnoot1 que la pobreza es la peor de todas las contaminaciones.
Sí, y coincido con ella enteramente. Pobreza, enfermedad y analfabetismo, diría yo. Éstos son los cánceres de la humanidad de hoy. Creo que ya es tiempo de que los países ricos, la opulenta mitad septentrional del mundo, aprecien la plena significación de este titánico problema.
Hablaba usted de cuatro factores, ¿quisiera precisar?
Bueno, a juicio mío, son cuatro los factores causantes de la situación crítica que estamos presenciando. El primero es la división del mundo basada en ideologías políticas. El segundo es la división del mundo basada en la desigualdad económica, es decir, la diferencia entre el norte y el sur, entre los poseedores y los desposeídos. En mi opinión, esta división del mundo es mucho más significativa, más importante y, a la larga, mucho más explosiva, como decía hace un momento, que la división del mundo basada en ideologías políticas. El tercer factor es la división del mundo relacionada con los restos del colonialismo. Éste es también un factor muy poderoso para la división del mundo, para dividir la comunidad humana de hoy. El cuarto factor, no menos importante, es la división del mundo basada en el color de la piel; en otras palabras: la segregación racial o apartheid, como la han denominado las Naciones Unidas refiriéndose a Sudáfrica. Esta discriminación también es un factor muy calamitoso a que también ha de hacer frente la comunidad humana de nuestro tiempo. Éstos son los cuatro factores principales que reclaman nuestra atención. Todo el mundo sabe que, en lo concerniente a ideologías políticas, yo estoy por la democracia. He aconsejado procedimientos democráticos en mi país, y después, como embajador de éste ante las nu y como secretario general | |
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de esta organización.Ga naar voetnoot2 Éste es mi credo personal. Pero mi convicción de la superioridad de los procedimientos democráticos no me ciega al conocimiento que cientos de millones de personas discrepan de mí. Creo que la división del mundo basada en diferentes ideologías políticas es una fase pasajera, pues todas las ideologías políticas tendrán que coexistir durante un largo, largo tiempo por venir. Lo que más me preocupa es la división del mundo basada en la desigualdad económica. Como todo el mundo sabe, desde el fin de la segunda Guerra Mundial, los países ricos se hacen cada vez más opulentos, mientras que los pobres ven aumentar su pobreza, y la brecha sigue ensanchándose. Hemos de intentar estrechar esta brecha. Éste fue uno de los principales propósitos de las Naciones Unidas al emprender la primera década de desarrollo en 1961, cuando tomé posesión de la secretaría general de la institución. La comunidad internacional inició la segunda década de desarrollo el último año. El propósito primario es estrechar la brecha entre los países ricos y los pobres. De no atacarse este problema con la debida diligencia, con plena conciencia de su gravedad, particularmente por parte de los países ricos, no es muy grande mi optimismo acerca del futuro de la situación humana.
El estudio Los límites del crecimiento,Ga naar voetnoot3 patrocinado por el Club de RomaGa naar voetnoot4 y realizado en el mitGa naar voetnoot5 por medio de computadoras, ha alertado muchísimo a la humanidad respecto a la limitación de los recursos, del crecimiento económico y de la expansión. En él se aboga por más equilibrio y más, | |
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exactamente lo que usted decía, por un toma y daca, por una más íntima cooperación e interdependencia de los continentes en lo futuro.
Sí, ésta es la base fundamental de partida para la comunidad humana: el espíritu de toma y daca, especialmente el espíritu de comprensión por parte de las naciones opulentas. Las Naciones Unidas y su familia de dependencias han sugerido a los países ricos contribuir con el uno por ciento de su producto nacional bruto, en favor de los países en desarrollo. Hasta ahora no se ha cumplido esto, como usted ya sabe. Muy lejos de ello, algunos países ricos no han concedido ninguna atención a la demanda. A este respecto, sin embargo, debo decir que las naciones escandinavas, así como Canadá y Holanda, para nombrar sólo unas cuantas, están muy conscientes de la importancia de este problema.
Como holandés que soy, deseo señalar que Holanda ha llegado al 0.78, el más alto porcentaje del respectivo producto nacional bruto con que país alguno haya contribuido a la ayuda, mientras que los Estados Unidos, siguiendo a Italia, han sido quienes han hecho la menor aportación, siendo así que este país es con gran diferencia el más opulento de todos.Ga naar voetnoot6
Bueno, no deseo comentar esto per se; mencionaba particularmente a Holanda por haber estudiado de cerca la política de esta nación con respecto a la ayuda económica. Debo aprovechar esta oportunidad para expresar mi aprecio al gobierno de los Países Bajos por su comprensión y espíritu de cooperación con las Naciones Unidas y sus agencias en este particular respecto.
En Estocolmo se propuso una asignación de sólo cien millones de dólares para el estudio y conservación del ambiente humano durante los siguientes cinco años. Ahora bien, en vista de la fantástica cantidad de miles de millones de dólares que todavía se gastan en armamentos, ¿no resulta muy poco cien millones de dólares, en relación con las cantidades que realmente habría que dedicar a conservar el medio? | |
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Bueno, creo que esta pregunta podría contestarla Maurice Strong mejor que yo; pero cuando usted habla de cien o X millones de dólares, hemos de pensar en prioridades relativas. Simplemente para ilustrar mi punto. De acuerdo con las cifras llegadas a mi conocimiento, el último año, todos los participantes en la guerra de Vietnam gastaban en un solo día la misma cantidad que las Naciones Unidas en un año. Esto significa que si la guerra de Vietnam continuara un año más, el gasto en que habrían incurrido todos los que en ella participan equivaldría a la cantidad necesaria para mantener el funcionamiento de las Naciones Unidas durante 365 años, suponiendo que su gasto fuera el mismo que ahora. Hemos de pensar de todos los gastos en términos relativos. Estoy seguro de que Maurice StrongGa naar voetnoot7 opinará que tales cien millones para cinco años de tan gigantesca tarea son una cifra muy baja. Si pensamos en las enormes partidas que muchos países han dedicado a armamentos, nos daremos cuenta de cuántos aspectos económicos del desarrollo humano han sido olvidados o pasados por alto. Es éste un ejemplo de la necesidad de prioridades en cuanto a los gastos relacionados con la guerra y la paz. Y cuando digo ‘paz’ quiero decir construirla y conservarla. Por supuesto, la onu ha estado involucrada en ambos aspectos de la paz: su construcción y su conservación. Estrechar el foso entre el norte y el sur es uno de los aspectos de la edificación de la paz. Sin este esencial requisito no habrá paz. En otras palabras, sin justicia social, no sólo en las sociedades nacionales, sino en la escena international, no habrá paz. Es ésta una importante base sobre la cual puede edificarse una paz duradera. Éste es el problema principal a que se enfrenta la humanidad de hoy.
¿No ha sido una frustración en su experiencia de la vida el que usted no haya podido llevar la paz a las regiones en guerra continua, como el Cercano Oriente y el Asia Sudoriental?
Sí, y debo decir que en mis diez años como secretario general de las Naciones Unidas ha habido momentos de amargura tanto como momentos de placer: un más y un menos. Ahora dedico todo mi tiempo a escribir mis memorias. Pero el libro no va a ser de memorias, en el sentido estricto de este término, sino que contendrá mis reflexiones sobre la | |
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escena internacional de la última década, así como el análisis y evaluación de lo ocurrido en el mundo durante este periodo. En este libro me proyecto yo mismo, proyecto mi credo y filosofía personales. Por supuesto, la situación en el Medio Oriente fue motivo de desaliento. La guerra de Vietnam es un caso de muy extrema amargura para mí. El problema de la guerra de Vietnam no se llevó a la Asamblea General ni al Consejo de Seguridad, por razones de todos conocidas; pero la mortandad, la destrucción y la devastación de ese país no tienen paralelo en toda la historia humana. En mi opinión, esta guerra pudo haber terminado antes. Hubo muchas oportunidades perdidas, no percibidas por las partes interesadas. En mi libro voy a descubrir algunos de estos importantes hechos. Por lo que concierne al Medio Oeste, mi concepto y mi enfoque son conocidos de todos en las Naciones Unidas. Mi opinión acerca de los problemas internacionales es necesariamente distinta de la que sostienen los Estados miembros que en ellos participan. Mi opinión podría compararse con la del hombre que mira desde el puente. Después de todo, el propósito de las Naciones Unidas es construir puentes. Me considero a mí mismo como un hombre que permanece en medio del puente. Mi opinión sobre la situación internacional puede ser muy distinta de la de aquellos que están situados a uno y otro extremos del puente. Mi valoración de los problemas y mi manera de entender su naturaleza pueden diferir considerablemente de la comprensión y enfoque de los Estados miembros a quienes aquéllos conciernen. En segundo término, como usted sabe, yo soy un fervoroso creyente en las Naciones Unidas. La onu es la última y mejor esperanza de la humanidad. Las Naciones Unidas, como todas las organizaciones humanas, nacionales, regionales o internacionales, han de regirse por sanas reglas. El Consejo de Seguridad es su órgano principal, responsable de mantener la paz y la seguridad internacionales. Cuando el Consejo adopta una resolución sobre algún asunto, particularmente si lo hace por unanimidad, incluyendo sus cinco miembros permanentes, la resolución adoptada ha de llevarse a efecto. Ésta es la base de mi enfoque. Digamos, para aclarar el punto, que si mi propio país, Birmania, quedara envuelto en una disputa internacional, y esta disputa fuese llevada ante las Naciones Unidas y, examinada por el Consejo de Seguridad, éste adoptara una resolución que, de una u otra manera, implicara la ejecución de ciertas acciones por mi gobierno, entonces el gobierno de Birmania | |
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debería acatar tal resolución. Y si el gobierno de Birmania se negara a cumplir con la decisión del Consejo de Seguridad, particularmente si se hubiera tomado por unanimidad, por lo que a mí concierne, yo adoptaría el partido de la onu, y no el de mi país. |
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